En cada sistema familiar, arraigados en las profundidades, yacen lealtades antiguas que a menudo conducen a conflictos inexplicables. Fue en las Constelaciones Familiares que Bert Hellinger identificó el "amor ciego", un amor arcaico que desencadena la repetición de patrones generacionales.
En un enfoque de reconciliación y respeto, Hellinger señaló la existencia de órdenes del amor que pueden contrarrestar este ciclo. Al seguir estos órdenes, nos alineamos con la vida y ganamos la libertad de tejer nuestro propio destino.
Detrás del "amor ciego" yace una lealtad arraigada al clan familiar que perpetúa trágicos destinos. Repetimos inconscientemente patrones dañinos y actitudes ante la vida por este amor infantil de pertenecer al sistema, incluso si eso implica sufrir o repetir conflictos familiares.
Los órdenes del amor ofrecen un camino hacia la armonía en medio de la complejidad familiar:
- Pertenencia: Cada miembro tiene derecho a pertenecer, independientemente de acciones pasadas.
- Jerarquia: Los que llegaron primero merecen reconocimiento y su lugar debe ser respetado.
- Equilibrio Dar y Recibir: En relaciones iguales, el equilibrio de dar y recibir es fundamental.
- Agradecimiento Incondicional: Agradecer y aceptar la vida tal como es trae bendiciones y armonía.
Al abrazar estos órdenes, encontrarás sincronicidad con la vida. Al ocupar tu lugar y permitir que otros hagan lo mismo, cultivarás la paz y la sabiduría en tu corazón.
Recuerda, las constelaciones familiares son una herramienta poderosa, pero es fundamental buscar orientación profesional adecuada para su aplicación. No dudes en explorar y descubrir las dinámicas de tu familia a través de este enfoque terapéutico en manos de tu terapeuta de confianza.
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¡Hasta la próxima entrega!
Yani
Cronista de este Blog